miércoles, 28 de septiembre de 2011

El juego de "Sentirse Bien- Sentirse Mal"

Éste es una técnica que ayuda a fortalecer los vínculos y el apego del niño con sus figuras de cuidado.  Ayuda a la comnicación y en especial es usado con padres e hijos adoptivos.  Utiliza la comunicón y el apego afectivo como los principales objetivos.  Se combina con terapia de juego, terapia familiar, la teoría del apego y la resolución de conflictos.


Ésta técnica ayuda a que se fortalezcan los lazos y que existan una relación afectiva estable y fortalecida.  Tiene 6 objetivos específicos, que se mencionan a continuación:


1. Que aprendan a identificar los estados afectivos positivos y negativos.
2. Relaiconar sentimientos con situaciones de la propia vida.
3. Que la figura paterna aprenda los sentimientos negativos de forma sensible y de apoyo.  Transformando la manera en la que se recibe aceptación y comprensión.
4. Ambos deben aprender a tulizar una estrategia para solucionar los problemas.
5. Aprenderán a ser participativos en interacciones sociales que se disfrutan de manera mutuo.
6. El niño será capaz de encauzar y translaborar traumas o conflictos del pasado.


Este juego consiste en tres componente:
a. Conversación: se refiere al hecho de hablar sobre sus problemas y sentimientos, con un formato semiestructurado.
b. Juego diádico:  participan juntos en alguna actividad, padre e hijo, mediados por el psicólogo.
c. Juego Libre: el niño participa dentro del juego libre.


Información Obtenida de copias  de texto de la clase de Pisocterpia Infantil

lunes, 26 de septiembre de 2011

Dinámica de Método Erica

Dinámica de la evaluación

Se realizan 3 sesiones en dónde se evalúa al niño, al crear su mundo en los cajones de arena.  Cada sesión dura máximo 45 minutos, en dónde el niño debe ser preparado cuando la sesión este por terminar; se le avisa cuando faltan aproximadamente 5 minutos.

Al finalizar la observación, el evaluador debe proceder a preguntar al niño sobre la construcción que realizó, cuidadosamente y no directiva.

Cada sesión se relaciona con las otras, en relación al tiempo y la información proporcionada.  Las tres sesiones se ven como la oportunidad en que el niño y el evaluador tienen una sesión de comienzo, una fase intermedia y una de conclusión.

Interpretación de los aspectos formales del Método Erica
1. Selección y tratamiento de la arena
2. Número de juguetes y categorías que se utilizan
3. Nivel de desarrollo dentro del juego de la arena
4. Cambios y correcciones
5. Límites de Tiempo
6. Niveles de Composición

La tipología de los niveles de composición son los siguientes:
a. Colocación indiferente
b. Clasificación
c. Configuración
d. Categorización simple
e. Yuxtaposición
f. Agrupación convencional
g. Escena significativa
h. Composición atípica
i. Agrupamientos extraños
j. Mundo cerrado
k. Registro

En el Método Erica encontramos un término importante “Latencia de respuesta”, este se refiere a la cantidad que transcurre entre las instrucciones que proporciona el terapeuta y el momento en que el niño comienza a colocar los objetos en la arena.  Generalmente es el tiempo en dónde el niño analiza los materiales disponibles y los selecciona.

Función del terapeuta
Debe sentarse en un sitio que le permita observar y registrar la conducta del niño, sin entrometerse con el juego que está desarrollando.

Debe adoptar la función de observador activo, intentando ser empático y estar disponible; pero sin hacer comentario alguno acerca de interpretar el juego.

Se observa de manera no directiva, siendo el terapeuta neutral y pasivo; mostrándole interés y apoyo a lo que el niño hace.

El evaluador no realiza PREGUNTAS O SUGERENCIAS, debe hacer sentir al niño libre para expresar pensamientos y sentimientos a través de la arena y los juguetes.  Centrándose el método más en los juguetes, que en la relación.


domingo, 25 de septiembre de 2011

Método Erica

Se desarrolló en la Fundación de Estocolmo, Suecia, alrededor de los años 49.   Es un tipo de evaluación que utiliza arena y juguetes de manera estandarizada.  Se combinan dos elementos que son de vital importancia:

-Observación Estructurada
-Intuición Clínica

Se utiliza una Prueba Mundial que estudia como los niños de diferentes edades construyen su mundo de juego.

Se obtuvo un hallazgo en el que se mostró que los niños respondían a la tarea de crear mundos dentro del cajón de arena, los cuales eran muy personales y por lo común describían la situación del niño de una manera significativa, descriptiva y creativa.

El método Erica se utiliza como un procedimiento efectivo para comunicarse con los niños.  Puede ser aplicable efectivamente a niños de 3 a 12 años, ya que se evalúan los aspectos no verbales, que son más eficaces al momento de la comunicación. 

En muchas ocasiones se han utilizado en escuelas de niños sordos, debido a que los juguetes y la caja de arena, les proporcionan una oportunidad para proyectar sus sentimientos y revelar sus experiencias de una manera no amenazante y segura.

Para la evaluación del Método Erica se necesitan 360 juguetes en miniatura, los cuales se dividen en 10 categorías:
1. Soldados, vaqueros e indios
2. Otras personas
3.Animales Salvajes
4. Animales de una granja
5. Vehículos y transporte
6. Materiales para la guerra
7. Construcciones
8. Verjas
9. Casas y árboles
10. Objetos para interiores

Estas categorías se ordenan en estanterías de 12 divisiones en las cuales, los juguetes se ordenan de pacíficos a agresivos, sobre los ejes verticales; y sobre los horizontales se ordenan si son móviles, activos o estáticos.  A los juguetes se agrega un pedazo de arcilla, por si el niño quiere agregar algo que no encuentre entre los juguetes. 

Se cuenta también con un conjunto de figuras que las conforman cinco integrantes, las cuales el niño pueda identificarlas en orden de nacimiento.  Las figuras como profesionistas, abuelos, reyes y reinas, ángeles, brujas y un lobo pequeño, son vitales también.

jueves, 22 de septiembre de 2011

sábado, 3 de septiembre de 2011

Ensayo "Dibs en busca del Yo", Terapia de Juego

Dibs en Busca del Yo”

                La terapia de juego ha mostrado distintos conceptos a lo largo del tiempo, muchos de ellos han sido erróneos y dan dado otra visión de dicha terapia.  Esta terapia significa “alma, espíritu, mente: el principio de la vida emocional y mental, consciente e inconsciente” (Macdonald, 1873).    Esta terapia se enfoca en dar una guía y acompañamiento al niño sin agresividad y buscando obtener un niño completo, que involucre todos los aspectos sociales, espirituales, emocionales, físicos y cognoscitivos, es eficaz y se emplea en niños de 4 a 12 años.



El juego ayudará al niño a que pueda tener un mejor desarrollo de sus habilidades físicas, que descubra su “Yo” y su “No Yo”, ayuda a la capacidad de entender relaciones, experimentar e identificar emociones, practicar roles, explorar situaciones, aprender, relajarse y divertirse.  Es muy significativa al referirse en representar los aspectos problemáticos; ya que el juego es lenguaje principal de los niños, de forma simbólica, en el cual muestra sus sentimientos y problemas máximos.  De esta forma el adulto, en este caso el terapeuta, le resulta más fácil entender al niño en su mundo, por medio de la observación en el juego y las actividades que se realicen.   Dentro de la terapia de juego se mencionan cuatro etapas, en las que vemos como el niño avanza, dándonos más apertura a tener un mejor resultado; como primer aspecto es importante que el niño recorra todo el lugar, que conozca que hay y busque cierto sentido de pertenencia, luego se da una etapa formativa en donde comienza a surgir un foco de atención en el niño.  En la tercera etapa se da un período de ambivalencia y por último se da una aproximación más realista hacia la vida del niño, brindándole así visiones amplias que pueden ayudarlo a guiarse mejor.

Esta terapia se puede enfocar para trabajar con un grupo o individual, es adecuada para un rango de niños con problemas, tiene su base teórica en lo humanista, existen formas para ser evaluada y requiere material de juego en un cuarto privado.  Con todo lo anterior podemos darnos una visión más amplia de a que nos referimos con terapia de juego, cuáles son sus conceptos más importantes y cómo el juego puede ayudarnos a encontrar mucho en los niños.    En muchas ocasiones esto puede ponerse en tela de juicio, pero existen casos e investigaciones que demuestran que la terapia de juego es efectiva.


Esta terapia es mejor empleada en niños con problemas conductuales, emocionales o de ambos tipos, niños maltratados o traumados que están en búsqueda de su “Yo” como en el caso de Dibs.  Para que un niño pueda acudir a esta terapia no se necesita de una evaluación clínica inicial, pero es crucial elaborar un informe completo y preciso que incluya los antecedentes sociales y problemas actuales que el niño presente.   De igual forma es importante que el terapeuta no se forme evaluaciones rígidas sobre el estado del niño, deberá familiarizarse con las normas de juego respecto a las diferentes edades y etapas del niño.

             De acuerdo al libro de Dibs en busca del Yo, se observó que la Dibs antes del tratamiento mostraba conductas consideradas como severamente desadaptadas y que inclusive podrían considerarse la de la un niño que padeciera retraso mental.  El niño se mostraba incapaz de entablar una comunicación y su habla era prácticamente nula a excepción del momento en que expresaba su desagrado de volver a casa, gritos que eran acompañados de berrietas y puñetazos, mordidas e inclusive aruñones, que dejaban claro un desborde de emociones transmitido por medio de agresividad. En muchas ocasiones Dibs permanecía durante muchas horas con la misma postura y al sentirse observado o que la atención de quien fuese se direccionara hacia él, se escondía debajo de un lugar que pudiese considerar fehaciente, al acecho de cualquiera que quisiera invadir su espacio de seguridad.  Mostraba una conducta totalmente inhibida y esquiva que podría describirse como: rehuyendo del contacto constantemente. 

Mostraba poca tolerancia a la frustración y una actitud muy derrotista y triste. En algunas ocasiones cuando se aventuraba a moverse de su silla exploraba atado a cataduras totalmente infantiles y regresivas, ya que la exploración era realizada mediante el gateo o se chupaba el dedo y mordía el costado de su mano. Pronto al ser observado se mostraba torvo y reacio a mostrar contacto inclusive de tipo visual con cualquier otro ser humano.

El mayor desafío era presentado a las maestras,  debido a que en ciertas ocasiones Dibs parecía poseer una inteligencia superior, ya que en pocas pero presentes ocasiones era capaz de realizar tareas bastante difíciles, efectivamente y en poco tiempo lo que dificultaba lograr un diagnóstico o encasillarlo en alguna categoría de conducta, ya que por estas apariciones fugaces de progreso su conducta era considerada: Totalmente dispareja y disforme. Así mismo de los aspectos más dañinos para su autoimagen, era la despersonalización que este mostraba inclusive al momento de referirse a él mismo en tercera persona. Rendimiento escaso y variante en el área escolar.

Al finalizar la terapia de juego Dibs mostraba innumerables cambios de un valor inestimable en su conducta, pero sobre todo en su estabilidad emocional y autoestima. Dentro de algunos de los progresos más importantes podemos mencionar: conciencia de su self, capacidad desarrollada magnamente de insight y autoexploración, fortalecimiento del yo, estabilidad intra-psíquica y emocional conseguida a través del amor propio y el perdón. Integración de la propia personalidad, asertividad en la comunicación, potencialización de los talentos y habilidades propias, autoconfianza y confianza en los otros, interacción positiva, desempeño y adaptación escolar apropiada, desarrollo de herramientas necesarias para afrontar problemas y solucionarlos en la vida cotidiana, apropiación de su membresía como parte importante de su familia.  Entre otros también podemos mencionar la autovaloración y fortaleza emocional desarrollada mediante el compromiso consigo mismo, libertad de la expresión del self y el yo e independencia. Así mismo indicadores de progreso presentes como: la asimilación de aspectos que consideraba indeseables en la personalidad como propios, tolerancia a la frustración, ubicación de la vida en la etapa actual de las vivencias, conducta progresiva dirigida a la auto-regulación psíquica, comprensión de los acontecimientos de la vida y el reconocimiento de que el sufrimiento es una parte esencial en la experiencia humana. Desarrollo de la espiritualidad y la atribución de un propósito a la propia existencia. Reconocimiento de que el pasado tiene su lugar en el tiempo anterior y no se repite constantemente y ubicación de su enfoque de existencia al momento actual.

En la terapia centrada en el niño, especialmente en la terapia de juego no directiva, el papel del terapeuta resulta trascendental. Si bien el terapeuta debe ser no directivo, esto no implica tener un rol pasivo. Por el contrario, el terapeuta debe ser capaz de hacer las intervenciones que el niño le solicite, y utilizar abiertamente el reflejo durante la sesión, de manera que se haga consiente al niño de su propio juego. En este aspecto la terapeuta de Dibs fue un ejemplo claro del rol que el terapeuta debe tener en la terapia de juego no directiva. Fueron evidentes las constantes intervenciones de la terapeuta donde utilizaba el reflejo en búsqueda de una reacción en el paciente. Sin embargo, también se observó que cuando no obtuvo la respuesta que esperaba del niño, se mantuvo paciente y tuvo total aceptación a las respuestas del paciente.

En todo momento, la actitud de la terapeuta hacia Dibs fue siempre abierta y de aceptación, incluso en el inicio del proceso terapéutico, cuando el niño se mostraba cerrado y agresivo, la terapeuta no desespero y permitió que la terapia siguiera su curso. Es importante que no se intente cambiar al niño, sino que sea el mismo, quien a través del descubrimiento de su propia persona y sus necesidades, quien establezca lo que le molesta y desea modificar. Pero para ello, es necesario que el terapeuta mantenga la paciencia y que crea en la capacidad de su paciente en cambiar, tal como lo hizo Miss A.

Otra característica trascendental del terapeuta en este tipo de terapia, es gustar y apreciar el juego, así como interesarse en el mundo de los niños. En este caso la terapeuta parecía estar profundamente interesada por lo que Dibs reflejaba en su juego. Este interés le permitió observar con atención aquellos aspectos que consideraba relevantes en el juego de Dibs, así como los que consideraba tenían gran significado afectivo con el niño. Además permitió que el niño sintiera el interés que reflejaba en sí lo que favoreció la relación terapéutica.


Este aspecto nos lleva a otra importante característica que debe poseer este tipo de terapeutas: la capacidad de observación, especialmente de aquellos cambios en la conducta y lenguaje de los niños, y en las reacciones emocionales del mismo. Durante el relato se observa como la terapeuta apunta varios aspectos del juego de Dibs, esto refleja la capacidad de observación de la misma, y el interés colocado en el caso.

Cabe notar que además la terapeuta tuvo interés en todas las áreas de la vida del paciente. Así, no obtuvo únicamente retroalimentación de parte de los padres y el niño, sino también buscó apoyo en el colegio. Esto le dio la oportunidad de conocer más ampliamente al niño y detectar los pequeños cambios durante el proceso. Además ésta es una característica que favorece el trabajo de cualquier terapeuta al permitirle identificarse más con el paciente y trabajar a favor de su desarrollo en todas las áreas de su vida.

En muchos momentos, mientras se seguía la lectura, parecía como si las intervenciones del niño esperaran una respuesta del terapeuta, sin embargo, la terapeuta, prudente de ello, tuvo esmero en no realizar juicios ni sugerencias sobre el juego del niño. Esta es una característica básica del terapeuta en este enfoque. Se parte de la idea de que es el paciente quien va construyendo la terapia, por lo tanto cualquier intervención que insinuara una respuesta adecuada, podría entorpecer el proceso. Causa admiración como la terapeuta de Dibs, fue capaz de separar sus valores y creencias personales, de sus intervenciones en el proceso de Dibs.

Otro aspecto importante de resaltar es la calidad afectiva del terapeuta. Durante la lectura se hizo notable que si bien la terapeuta era cariñosa en su trato, no se valió de caricias físicas ni lenguaje exagerado para formar el vínculo emocional con el niño. No fue sino en la capacidad del terapeuta de dar libertad al niño, en la que se fundó la relación terapéutica.

Por último, debe resaltarse la capacidad de la terapeuta para atender a las inquietudes de los padres. Es una característica de la terapia de juego no directiva, que el terapeuta se abstenga de dar detalles de proceso terapéutico a los padres, esto porque los mismos pueden mantener ansiedad acerca del proceso, y los detalles pueden generar fantasías en cuanto a los resultados del mismo. Por otro lado, el niño, como paciente tiene derecho a la confidencialidad, y sólo se revela aquello que puede ser favorecedor para su desarrollo. En el caso de la terapeuta de Dibs, la misma no solo tuvo que lidiar con las ansiedades de los padres, especialmente de la madre, sino que fue capaz de guiarlos a que revelaran datos importantes sobre la historia del niño que ayudaron a la terapeuta a hacer intervenciones más certeras y de mayor beneficio al proceso del niño.
En conclusión coincidimos en que el papel de la terapeuta en el proceso terapéutico de Dibs, no sólo fue adecuado, sino además trascendental en el mismo, permitiéndole sentirse libre en la misma y  avanzar en el descubrimiento de sí mismo hacia una vivencia de su vida mucho más sana  y feliz.

Los factores que contribuyeron al éxito del proceso terapéutico de Dibs, fueron diversos. Sin embargo, este caso es la muestra de que cuando existe un compromiso real de parte del terapeuta con el paciente y con el modelo que persigue, es posible que el cambio se dé de manera espontánea y más favorecedora al paciente, e indirectamente a los que le rodean.


Referencia Bibliografica: Axline, V. (1964).  Dibs, en busca del yo. México: Editorial Diana